Sevilla

Sevilla

Señor es la última copa.”
El camarero me decía así.
Y sirvió una copa de vino blanco.
Antes de llegar este restaurante bebí bastante pero me sentía nada de emborracharme.
Vi una copa y un liquidó ligeramente amarillo.
Me sentí que estuve viendo todos los tiempos que pasaban.
Cuando tenía 21 años salí de Japón y llegaba en Barcelona.
Y luego, ¿cuantos años pasaron hasta que estuve en Sevilla?
¿Qué pasaba en mi vida?
Preguntaba a mí mismo.
Pero no podía encontrar ninguna respuesta, no sé porque.
Solo podía encontrar fijado pasado, solo pasado, el pasado que fijado.
Pero no me importaba de mi sentimiento.
La verdad es solo ahora estoy aquí en Sevilla.
Solo –ahora estoy –aquí
Así se convierten para que plasme la existencia viva.
Conversión de la filosofía de Heidegger
No sé cuánto tiempo pasaba en un restaurante.
El camarero comenzaba cerrar esto era implícitamente cerrar.
Yo le decía.
“La cuenta por favor.”
Y le pagaba el dinero con unas propinas.
Yo andaba un poco en Sevilla.
Ya eran bastante madrugada.
Me sentía que no me importaba el tiempo.
La única verdad es mañana tendría que salir a Sevilla.
Esto era todo.
En aquel momento no podía recordar como volver en el hotel.
Podría recordar el rincón de esta ciudad pero no podía reconocer que hacia donde tendría que volver.
Un taxi vino detrás de mí, levante mi mano y cogí un taxi
Y muy pocos tiempos después llegaba delante del hotel.
Primera vez que me conocí estaba un poco borracho.

Era una bella noche de Sevilla.
Era bellísima.






Sevilla

“Señor es la última copa.”
El camarero me decía así.
Y sirvió una copa de vino blanco.
Antes de llegar este restaurante bebí bastante pero me sentía nada de emborracharme.
Vi una copa y un liquidó ligeramente amarillo.
Me sentí que estuve viendo todos los tiempos que pasaban.
Cuando tenía 21 años salí de Japón y llegaba en Barcelona.
Y luego, ¿cuantos años pasaron hasta que estuve en Sevilla?
¿Qué pasaba en mi vida?
Preguntaba a mí mismo.
Pero no podía encontrar ninguna respuesta, no sé porque.
Solo podía encontrar fijado pasado, solo pasado, el pasado que fijado.
Pero no me importaba de mi sentimiento.
La verdad es solo ahora estoy aquí en Sevilla.
Solo –ahora estoy –aquí
Así se convierten para que plasme la existencia viva.
Conversión de la filosofía de Heidegger
No sé cuánto tiempo pasaba en un restaurante.
El camarero comenzaba cerrar esto era implícitamente cerrar.
Yo le decía.
“La cuenta por favor.”
Y le pagaba el dinero con unas propinas.
Yo andaba un poco en Sevilla.
Ya eran bastante madrugada.
Me sentía que no me importaba el tiempo.
La única verdad es mañana tendría que salir a Sevilla.
Esto era todo.
En aquel momento no podía recordar como volver en el hotel.
Podría recordar el rincón de esta ciudad pero no podía reconocer que hacia donde tendría que volver.
Un taxi vino detrás de mí, levante mi mano y cogí un taxi
Y muy pocos tiempos después llegaba delante del hotel.
Primera vez que me conocí estaba un poco borracho.

Era una bella noche de Sevilla.
Era bellísima.






前の記事

Seville

次の記事

カプリブルー 1