La tierra amada

La tierra amada

Esto es no es la mentira.
Esto es no es la memoria.
Cuántas veces pensaba,
enteraría mis huesos en esta tierra.

Una noche
cuando iluminaba
la iglesia de Tibidabo.

Estaba como flotando,
como volando en el cielo
en la osculidad.

Estaba superando las parabras.
Era un tiempo de
la fantasia y el misterio.

No lo sé cuántas veces pensaba.
No es la mentira.
Es la única verdad.

Yo amaba aqulla tierra.
La tierra de un lugar
delante de mediterraneo.

Quizá, nunca, jamás
decir la verdad.
La razón de partir.

Lo único que puedo decir
todavía
yo la amo.
yo amo aquella tierra.

Que se llama “Barcelona”.