Aquella noche

Aquella noche

Comenzaba a llover silenciosamente.
Una noche
como la escena de un cuadro de la ciudad.

Mi sufrimiento
no es la causa de la soledad.
Sino la causa del absurdo.

Entre
Nada y Ser.
Yo me trastornaba.

“Decídete”.
Alguien que me gritaba en el corazón.
Si vas a sufrir más, ¿por qué necesitas vivir?

La vida es nada.
¿Cómo que no?
¿Por qué es malo?

Cuando pensaba así.
La lluvia iniciaba su caída fuertemente.
Se rompió el silencio.

Sentí que no ví nada.
La tristeza llenaba el espacio.
Mis lágrimas brillaban para la nada.